La Verdad Oculta de Aprender Inglés​

Aprender en la era de la inmediatez es, sin duda, para valientes.

     En un mundo donde se nos exige – y exigimos- resultados inmediatos, respuestas rápidas, donde no tenemos tiempo, donde las redes nos demuestran que es factible el éxito sin esfuerzo, que llegar a donde deseamos dependerá de la suerte, de la viralización, de las apariencias, cualquier proceso que osemos soñar y que demande tiempo y esfuerzo nos genera pereza, ansiedad, incluso negación. Es que, ¿quién no desearía ser fluido en una segunda lengua en tres meses, lograr aprender lo que necesita para postularse al trabajo soñado en unas semanas, absorber la lengua cual esponja y lo antes posible? Pues el mundo tiene prisa, el día se nos escurre a menudo entre los dedos de la rutina, y pareciera entonces que no podemos permitirnos soñar nada que nos demande tiempo. ¿O si?

¿Cuánto tiempo te tomó aprender y ser experta en el idioma?

     Me han preguntado y continúan preguntando, a menudo y con gran ansiedad, muchos estudiantes de diversas edades y niveles. “¿Cuánto tiempo te tomó a vos ser experto en tu lengua materna?” les respondo, dejándolos pensantes, dubitativos. Podría también preguntarles, -a ellos y a ustedes- qué connotación tendrá el decir en español que alguien sea “profundamente nefelibato”, o que “su ataraxia me deslumbra”. Ambas expresiones bellamente sonantes de nuestro Español, pero de seguro con una carga semántica no tan clara o comúnmente conocida. ¿Podremos acaso ser expertos absolutos, conocer absolutamente todo de algo, principalmente de algo tan cambiante, flexible e ilimitado como un idioma?

     Si bien cada camino de aprendizaje es único, muchos se ven arrastrados por supuestos «casos de éxito» que, en realidad, son espejismos. Así, caen en cursos que prometen milagros en pocos meses, solo para terminar desilusionados y con la sensación de que el problema es suyo, que no son lo suficientemente capaces. Seamos claros: nadie, absolutamente nadie, aprendió su lengua materna en tres meses, y los profesores, tampoco. Nuestras educadoras, por ejemplo, tienen una base mínima de quince años de formación, que decidieron complementar con licenciaturas, certificaciones internacionales y una valiosa y amplia experiencia en instituciones, escuelas y universidades. ¿Cuánto les llevó aprender inglés? ¿Cuándo se sintieron realmente «usuarias» del idioma? La verdad es que

no hay una única respuesta.

     Dominar el inglés, ya sea hablando, escribiendo o comprendiendo, es como mantener un instrumento musical: no se trata solo de tenerlo, sino de una dedicación constante. Si no lo afinas a diario y no lo tocas con regularidad, las notas perderán su pureza y la melodía de tu fluidez se irá desvaneciendo.

     Para los educadores de inglés, es crucial mantener y perfeccionar nuestro inglés constantemente. Esto implica sumergirnos en el idioma cada día, adaptando nuestra rutina para que el inglés esté presente en cada momento. A veces, la clave está en la lectura, en la música, en la conversación, en la escritura o incluso en el regreso a los métodos más tradicionales: un lápiz y un buen libro… todo depende de las preferencias de cada uno.

     Cuando de aprender una lengua se trata, no tenemos límite, no hay techo. Eso puede ser fascinante o frustrante, dependiendo desde donde lo analicemos. O probablemente nos suceda lo mismo que a Sócrates, quien mientras más estudiaba, mientras más se formaba, más carente de conocimiento se percibía, resumiendo su desdicha en el famoso “sólo sé que no se nada”. Pues claro, es imposible conocer y dominar todo sobre algo, pero si podemos fijarnos objetivos y aprender en torno a lograr adquirir dichas habilidades: desde conversar casualmente con alguien que conocés en un evento, enviar un mail laboral, o liderar una reunión de negocios en inglés, hasta comprar un recuerdo o un boleto de tren, entre otros, son habilidades que podemos ir adquiriendo con práctica, estudio, y un acompañamiento docente efectivo y empático.

     Es así entonces donde podemos guiar nuestra capacidad de comunicación en objetivos. Y dependiendo de los objetivos que podamos lograr, será el nivel de la lengua que tengamos. Si bien de niveles hablaremos en otro episodio de nuestro blog, es importante el mencionarlos y hacerlos explícitos. Podemos, en conclusión, desenvolvernos frente a circunstancias comunicativas con mayor o menor precisión, y nuestra formación, práctica y estudio determinarán el nivel de precisión que vayamos alcanzando.

     No olvidemos destacar que a lo largo de nuestra trayectoria iremos desarrollando una variedad de habilidades, y mientras algunos han entrenado y aprendido con mayor precisión y profundidad en el arte de comunicarse oralmente, de convencer o persuadir a su audiencia, otros son excelentes al escribir con claridad y precisión un correo al momento de cerrar un trato de negocios, mientras que otros puedan hallar dificultad en poner en palabras como se sienten, o incluso les resulte difícil poner en orden sus ideas estando bajo presión. ¿Cómo puede ser esto?

     “Juan tiene mucha habilidad para eso” “nació como con ese don”, o “no nací para eso, no puedo” son típicas generalizaciones que solemos escuchar y hacer en el día a día en cuanto a habilidades se trata. Pero si algo me ha dado la experiencia docente, es la chance de corroborar -y seguir corroborando- que si bien todos poseemos gustos, tendencias, y vocaciones varias,

nadie está ni estará exento de la posibilidad de aprender.

     De hecho, el ser personas nos hace seres educables. La educabilidad se halla entretejida dentro nuestro: más allá del entorno o nuestros conocimientos previos, cualquier puerta puede desbloquearse si comenzamos sabiendo que podemos, y estamos lo suficientemente motivados por nuestros objetivos, regados y fomentados en un entorno correcto. Es que al fin y al cabo tus ganas y esfuerzo, en la tierra fértil del entorno propicio, supportive y motivante, siempre darán fruto.

     Es por ésta certeza que en Unlock English Academy podemos acompañar a cualquier persona deseosa de aprender, a alcanzar sus objetivos. Sus deseos, trabajo y motivación dan fruto en clases dinámicas, adaptadas a tus objetivos y necesidades. Acompañamos con la calidez, la paciencia y el apoyo que todo proceso de aprendizaje involucra. Pues todos podemos aprender, lo importante es no cerrar vos mismo tu puerta. Porque juntos

podemos crear la llave que te permita ingresar al futuro que deseas:

ese viaje, ese puesto laboral, esa posibilidad de comunicarte en inglés sin que la lengua sea una limitación. Así que si es tu deseo, te invitamos a abrir la puerta y sumarte a la maravilla misma del aprendizaje: donde jamás te vas a aburrir, donde no necesitás sentir vergüenza por “no saber”, por desconocer, por no sentirte un experto, porque al fin y al cabo somos y seremos todos eternos aprendices.